Para mí la II Quedada fue una pasada en todos los sentidos: ponerle cara a gente con la que llevaba mucho tiempo hablando por Twitter y a la gente de la Asociación, conocer gente que está pasando por lo mismo y escuchar unas charlas de los profesionales de lo más interesante. Me quedé con ganas de más, y por eso repetí y fui a la III Quedada. Sin duda, iré a la IV Quedada. ¡Nos vemos!

A mi primera quedada fui sola. Me empujó a ello querer saber más de lo que me estaba pasando. Aún no había vivido ningún tratamiento, estaba en lista de espera.Allí escuché a otras mujeres hablar sin tapujos de lo vivido, con naturalidad. Recuerdo que me abrumó, que en algún momento me escapé a soltar lagrimitas y respirar. ¡¡Aprendí tanto!!

Gracias a ese día empecé a hacerme dueña de mi situación y a tomar las riendas para lograr mi sueño.

Fui sola y vergüenza ninguna, no hay que quedarse en casa por miedo al que dirán o de qué voy a hablar, etc. Es un día más en tu vida en el que aprendes muchas cosas y ganas en energía y positivismo!

Me sirvió para asumir lo que me pasaba, para normalizarlo. Gracias a ese día empecé a hacerme dueña de mi situación y a tomar las riendas para lograr mi sueño.

Para mi supuso conocer mas gente en nuestra situación, supuso conocer a profesionales que a dia de hoy me han ayudado, y poder valorar otras opciones que quiza en el momento no eres capaz de ver, además poder compartir un buen rato con mi marido sin problema para hablar de nuestra situación. ¡Gracias Red Infertiles!

Recuerdo mi primera quedada con un cariño especial. Cuantos nervios al principio, ¡no conocía a nadie! Pero en cuanto llegué, todo pasó. Las chicas de Red consiguieron que hiciéramos piña y fue un día de 10!!

A la primera quedada fui sola, atravesando 500km con mis dudas,miedos,negativos y sinsabores como únicos compañeros de viaje pero me volví con respuestas,risas y confianza en la ciencia y sus avances. Desde entonces es una fecha señalada en mi agenda todos los años. La segunda quedada la seguí en redes al poco de salir de paritorio y ver los frutos de esta lucha. La tercera volví a recorrer 400km pero esta vez acompañada de ganas por el reencuentro y por seguir conociendo experiencias y avances médicos. Y ,para la cuarta, te apuntas? No te arrepentirás.

La magia que viví al ver y abrazar a las personas con las que tantas veces había hablado, y tantas veces me habían comprendido y apoyado, no se puede describir con palabras. Hay que vivirla.