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Asociación Red Nacional de Infértiles

Carta a las mamás campeonas

Hola, mamá campeona:

Antes que nada, ¡muchísimas gracias!

Te escribo hoy esta carta, por si estás pasando algún momento parecido al mío. Verás, en mi caso, los años pasaron, los miedos estaban y nunca era el momento para afrontar la maternidad en solitario.

Llegaron enfermedades propias y de familiares, pérdidas, y al final la rueda de la vida seguía corriendo. Revisiones anuales al ginecólogo, donde siempre mi pregunta era, ¿Cómo voy de tiempo? ¿Tengo que tomar una decisión ya? ¿es tan urgente? Era como si necesitara un empujón, para tirarme al ruedo. Porque sí, es muy bonito ser mamá, pero también es difícil afrontar que ya mismo cumples 39 (esto era hace un año) y que el mayor proyecto que querías hacer en tu vida aún no se había dado. Y la respuesta de los ginecólogos era siempre la misma; vamos a hacer la AMH (antimulleriana), y si salía bien, te decían, no te preocupes para nada… y el tiempo seguía pasando…

Y es que a veces, tenemos que ocuparnos de tantas cosas, que nos olvidamos ocuparnos de nosotros mismos. En mi caso llegó un momento que dije, ¡BASTA! , y empecé a hacer revisiones, contactar con los mejores internistas, mi preocupaciones era que mis “enfermedades” se transmitieran, o que hubieran empeorado. Y es que a veces (o mejor dicho, muchos días) yo no podía ni con mi propia vida, pasaba horas que no me podía mover, ¿Cómo iba poder tener un hijo? y es que se trata de confiar, y ver la vida con mayor perspectiva. Ojo, que no digo de obviar lo evidente, pero si de buscar soluciones.

Y se dio el día, y lo decidí, decidí que sería madre soltera. Resultó que meses más tarde, cuando ya había completado todas las revisiones, ya no tenía que ser madre soltera… tenía a mi lado a mi pareja; que me dijo que, por supuesto, él si quería tener hijos sería conmigo y que estaba preparado.

La famosa AMH en ese momento me dio un susto de cojones, y en dos semanas teníamos todas las pruebas para ir a FIV, fue lo que nos aconsejaron todos los especialistas y ¿Qué pasó? A la primera y en “casa” esperando a empezar con el tratamiento, me quedé embarazada. Lo recordaré toda la vida, y recordaré que en la tercera ecografía, mi corazón quedó partido, ya no había latido… A partir de ahí escuchas millones de frases, que lejos de consolarte, te hacen sentirte más sola. Mi primer hijo, sí, lo llamo así, y algunos lo llamarán con otro término, me cambió la vida. Solo le tengo que agradecer, porque además gracias a ese embarazo se me diagnosticó una enfermedad y se me puso tratamiento y ahora estoy mucho mejor.

Y uno dice, joder, ahora que lo tengo tan claro y que fue a la primera, ¿porqué me ha tenido que tocar? Genéticamente estaba mal, con una trisomía no compatible con la vida… aunque no hay consuelo para este dolor, aprender a vivir con esa experiencia y poder ayudar a otras mujeres que como yo han pasado por eso, o que se enfrentan a un proceso de FIV y están completamente perdidas; como yo lo estaba.

La suerte tan enorme que tienen mujeres y parejas, que no han pasado por esta experiencia, ni de lejos se pueden imaginar lo que supone. Lo digo por mi misma, porque yo antes no le daba importancia. Y otra vez la vida, te enseña, me enseñó, que no puedes juzgar NADA ni NADIE.

Otra vez a empezar tratamiento para FIV, y otra vez embarazo natural… y ahora… aborto bioquímico. Sí, con prueba positiva de embarazo, esperanzas y el día de reyes, un sangrado con hilos rojos. Recuerdo los días siguientes de auténtica locura, pensando, pero ¿Qué es lo que va mal?… Varios análisis de betas, sin saber qué hacer… y en ese momento lo único que te queda es seguir con tu rutina y esperar unas semanas para la siguiente revisión con el gine o que me viniera la regla.

Ahora si, después de un mes, mi AMH se duplicó, y me encontraba mejor que nunca en mi vida de salud, aunque ya no era la mujer de antes. Esto te cambia para el resto de tu vida. Y creo que hasta que no llega el día del embarazo completo y ves a tu hijo que nace sano y te lo ponen en brazos, no vuelves a estar tranquila cuando te quedas de nuevo embarazada.

¡Quiero ir a por todas! Se vinieron millones de pruebas, analíticas, más analíticas, las venas ya estaban con callos, sacaban la sangre de las manos… y ahora sí o sí, FIV. Y en paralelo pruebas de diagnóstico de la “nueva enfermedad que llegaba a mi vida”.

Es un tabú a día de hoy, este tema, y me preocupa. Me he propuesto que no lo sea. Si ayudamos a que deje de ser un tabú, podremos entender mejor todo el proceso, integrarlo más y modificar el sistema, tanto público como privado, para que haya más servicios enfocados a la mujer en este sentido, de acompañamiento y de bienestar. Porque es difícil, es muy jodido. Deberíamos tener a alguien que nos diera la mano, simplemente para escucharnos, y que haya pasado por lo mismo, porque si no, le va a falta experiencia para entenderte.

Hubo días que pensé en tirar la toalla, SÍ, lo pensé. No podía más, tenía 10 alarmas puestas para la medicación, estaba agotada, sentía que mi vida se paraba, el siguiente sería embarazo de riesgo desde el primer día…y llega un día que todo te lo planteas. ¡Absolutamente todo!. Porque todo lo demás queda prácticamente de lado, estudios, trabajo, amistades, hobbies, y te saturas. Luego piensas, voy a seguir, voy a intentarlo, es mi sueño, nuestro sueño y ¡te vuelves a levantar!

Y así, después del tratamiento completo de estimulación, de la punción, noticias, análisis genéticos, dudas existenciales, llega un día que es el día de la transferencia. Vas convencida diciendo voy a hacer reposo pero te dicen que no sirve de nada, que hay que hacer una vida normal. Y luego cualquier manchado que tienes o cuando vas a hacer pipi, lo observas como si fueras un investigador médico, vas con miedo, si hay algún rastro de sangre, te culpas, y piensas que es por algo que has hecho mal.

Os puedo dar muchos consejos, pero esta carta sería infinita. Llegué a casa y me quedé dormida y por la tarde jugué con mi perrita.

Hay que aferrarse a la esperanza, porque ahora me pusieron un embrión sano y mi cuerpo estaba listo para recibirlo y es que ¡amo a este embrión con toda mi alma!

Con ilusión y esperanza, a seguir en el camino, la famosa betaespera es como una puta montaña rusa de emociones.

Ojalá, ojalá, ojalá, mi mayor deseo es que todas las mujeres que pasen por este proceso, reciban su beta super alta, el primer control con latido, y así hasta que le pongan a su hijo/a en sus brazos y sano.

Todas nos lo merecemos.

Un abrazo enorme de Ángeles,

@angeles.requerey
@undiaconnova

 

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