Hace unos días una asociada nos hizo una consulta relacionada con la esterilidad de origen desconocido en nuestra sección de El experto responde
La pregunta, dirigida al Dr. Pascual de la clínica Ginemed fue la siguiente:
» Nos han dicho que tenemos esterilidad de origen desconocido. Y ¿ahora qué? ¿No podemos hacer nada? Nos han hecho muchas pruebas, pero yo creo que todavía podrían hacernos más, ¿no? ¿Merece la pena que sigamos en reproducción asistida? ¿Tenemos que abandonar? Estamos hundidos…»
Son muchas las parejas que pasan por un diagnóstico tan desesperante como es el desconocimiento de la causa de su esterilidad. Cuando tienes que vivir con cualquier enfermedad, lo más importante es conocerla para poder combatirla porque si no la conocemos, ¿como luchamos contra ella? Si nuestra esterilidad es de origen desconocido, ¿cómo seguimos avanzando?
Cuando llegas a consulta y te dicen que no encuentran nada llega la pregunta del millón, ¿seguro que no tengo nada? ¿o es que no saben dónde buscar?
En muchas ocasiones esta falta de diagnóstico hace que busquemos, estudiemos y nos especialicemos en infertilidad. Buscamos por nuestra cuenta, leemos otros casos etc. Todo para encontrar respuestas. Necesitamos respuestas. Necesitamos saber contra qué tenemos que luchar.
Aquí os dejamos la respuesta del Dr. Pascual:
“No hay esterilidad de origen desconocido, lo que ocurre es que en ocasiones desconocemos cuál es la causa de la esterilidad. Pero cuanto mejor se hace el estudio y más pruebas se realizan en menos ocasiones se queda la causa sin descubrir.
Nosotros con un buen estudio es muy raro que no lleguemos a descubrir la causa. Esto es fundamental porque así podemos aplicar un tratamiento enfocado a la causa de la esterilidad la solución es mucho más rápida y eficaz.
Aun así en muchas ocasiones los médicos realizan un tratamiento sin conocer la causa, es lo que llamamos un tratamiento empírico; esto a veces soluciona el problema , pero el porcentaje de éxito que tenemos no es tan elevado como cuando conocemos la causa.”
Esta respuesta me hizo pensar en un “clásico” de los pacientes de reproducción asistida.
¿Queremos que nos hagan todas las pruebas del mundo mundial antes de comenzar el primer tratamiento o vamos poco a poco y según vayan sucediendo los acontecimientos?
Si en una primera consulta nos mandan una batería de pruebas infinita, ¿vamos a pensar que nos están utilizando para ganar dinero?
¿Nos vamos a asustar?
Es un tema peliagudo y supongo que todas estas preguntas que se me ocurren tienen tantas respuestas como pacientes de reproducción asistida.
En mi caso particular, creo que me hubiera gustado que me hicieran una buena batería de pruebas. Cariotipos, hematológicas, resistencia a la insulina…
Es cierto que yo fui por la Seguridad Social, por lo que el miedo a que me estuvieran “timando” no existe.
También es cierto que sé que no nos hubiera asustado.
Estábamos agotados de buscar por el método divertido. Ya no era divertido. Después de casi dos años buscando, un embarazo con su pérdida y casi otro año más de búsqueda mientras esperábamos que nos llamaran en la Seguridad Social lo único que queríamos era que nos ayudarán YA, fuera de la forma que fuera. No teníamos miedo a las pruebas.
Y si lo pensáis detenidamente, quizá el problema sea algo que pueda resolverse y con un único tratamiento de reproducción asistida conseguir el ansiado positivo evitando así el desgaste físico y emocional que conlleva buscar, buscar y buscar y no encontrar.
¿Vosotros qué preferís?