Hoy vamos a explorar un tema que afecta profundamente a muchas de las parejas que transitan por el camino de la infertilidad. Abrimos nuestro corazón y nuestras mentes para hablar de la comunicación y del amor en pareja.
En este nuevo episodio del podcast, nuestra presentadora Xuxa Sanz y Olivia de Prado, psicóloga especializada en infertilidad y reproducción asistida, conversan sobre qué supone la infertilidad en nuestras vidas, cómo debemos comunicarnos y qué errores tenemos a la hora de hacerlo y, una de las cosas más importantes, qué beneficios tiene una buena comunicación y mucho más.
¿Qué significa la infertilidad a nivel emocional?
La infertilidad es un viaje emocionalmente desafiante que puede poner a prueba la fortaleza de una pareja. Es de vital importancia saber qué podemos hacer para fortalecer nuestro amor en pareja. Este proceso supone una crisis vital donde llega un momento completamente desbordante en la vida de la persona que la sufre. No sólo afecta a nuestra salud reproductiva, sino también al ámbito social, relacional con otras personas, la relación de pareja, la familia, al ocio, al trabajo… Es un momento en el que tu vida se trastoca. Cuando esto sucede, debemos aprender a buscar un equilibrio y no dejar que sea lo único que nos importe, sino atender todas esas otras cuestiones que son importantes y también están ahí.
La importancia de la comunicación en una relación
La infertilidad nos trae infinitas emociones intensas y contrapuestas. Podemos sentir tristeza, envidia, rabia, enfado, frustración, sensación de indefensión, de vacío… Lo que llega es tan desbordante y abrumador, que muchas veces se nos escapa y no sabemos cómo gestionarlo. Una de las técnicas más importantes para gestionar esta situación es la comunicación. Hablar, expresar y compartir cómo nos sentimos. “Lo que tenemos dentro, sacarlo fuera”, destaca Olivia.
La comunicación es primordial porque puede ser que la otra persona no sepa interpretar lo que te pasa y, al no contarlo, se convierte en un problema. Es un ejercicio sobre el que tenemos que reflexionar: Esto que tengo aquí dentro, ¿Cómo puedo sacarlo fuera y cómo puedo hacerlo de la forma más adecuada y correcta? “La buena comunicación no se trata de hablar mucho, sino de entender y ser entendidos”, recalca.
Uno de los primeros puntos que debemos tener en cuenta es tener claro qué es lo que queremos transmitir y cuál es el objetivo de la comunicación. El primer objetivo es pararnos a pensar: ¿Qué quiero transmitir a esta persona? ¿Cuál es el mensaje que quiero que le llegue? Cuando definimos ese objetivo, ese mensaje a transmitir, viene muy bien poder definirlo en tono positivo. Cuando tú te dices a ti misma cosas en tono positivo, tu actitud es diferente que si te dices cosas en negativo. Pues con los demás es algo parecido. Hay que cuidar el cómo se dicen las cosas.
Entendimiento e interpretación del mensaje
Una vez marcado el objetivo y definido el mensaje, el segundo paso será entender o conocer todo ese proceso que sigue la comunicación. Desde lo que pienso, hasta lo que digo, lo que escucha el otro y lo que interpreta.
“Es muy importante cuando acabemos de comunicar, cuando acabemos de decir o transmitir eso que hemos pensado, cerciorarnos de que el mensaje ha llegado, de que lo que queríamos transmitir ha llegado a dónde queríamos y que la otra persona ha entendido. Quizás podríamos hacerlo con un resumen”, recomienda la psicóloga.
A la hora de comunicarnos, debemos cuidar cómo decimos las cosas, cómo podemos hacerlo y cómo no. Debemos evitar mandar mensajes contradictorios y elegir las palabras adecuadas para transmitir el mensaje. Además, es importante tener en cuenta el lenguaje no verbal. “La sonrisa que utilizamos es la mejor arma para comunicarse, porque incluso cuando no estás viendo a la persona, sabes cuándo está sonriendo”, añade. Imprescindible también cuidar el tono y el volumen de la conversación. Cuando una persona grita, la otra parte se quiere proteger de esos gritos y cierra los oídos para no escuchar lo que estamos diciendo.
El respeto también es algo imprescindible. Parece como que todos tenemos que pensar o sentir lo mismo y para nada es así. Dos personas en una misma situación pueden sentirse o pensar totalmente diferente. “Debemos saber entender que la persona que tenemos a nuestro lado puede sentirse diferente a cómo lo estamos haciendo nosotros. Comunicar no significa convencer al otro de lo mío, sino escuchar. Una parte muy importante de la comunicación es saber escuchar: qué me está diciendo, qué me quiere transmitir”, destaca. Asimismo, no debemos olvidar el pedir perdón y dar las gracias. Las gracias es un reconocimiento a la pareja y el pedir perdón solicita que se puede hacer de otra forma y que reconozco haberlo hecho mal, pero que tengo la intención de cambiarlo.
Respeto mutuo por los tiempos de cada persona
Si observamos los errores más comunes a la hora de comunicarnos, el no respetar los ritmos de cada uno podría ser el principal. Es importantísimo que cada uno maneje sus ritmos y respete los del otro. “Debemos intentar llegar a acuerdos entre ambas partes de la pareja y establecer unos tiempos para no dejar las conversaciones en pendiente”, confirma Olivia de Prado. Otro de los errores que debemos evitar es interpretar o hacer enfadar a la otra persona porque tú lo estás. Para evitar interpretar, lo mejor es preguntar.
El momento en el qué dices las cosas también es algo que influye. Es muy importante elegir cuándo nos comunicamos, no solo el cómo lo hacemos. Si se está cansado, disperso o distraído, el mensaje no va a llegar porque la otra persona no está receptiva. Además, debemos tener en cuenta que el respeto es una de las cosas más importantes a la hora de comunicarnos.
Una buena comunicación trae consigo grandes beneficios. “Si todas esas emociones que están dentro, salen fuera, podemos empezar a gestionarlas y sentirlas de una manera diferente”, afirma. El sentirte acompañada, el sentir que la otra persona está ahí, favorece el vínculo entre ambos. “Comunicarse bien puede formar parte del autocuidado. Cuando hay una comunicación efectiva y bonita, hemos hecho que se fortalezca el vínculo entre ambas personas”, concluye de Prado.
Puedes leer y escuchar nuestro episodio anterior sobre preservación de la fertilidad aquí.
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