El último congreso ASEBIR en Toledo los días 17, 18 y 19 de noviembre de 2021 nos ha traído una novedad en la clasificación de blastocistos.
Pero empecemos por el principio, ¿para qué utilizamos la clasificación de embriones?
Una de las tareas que realizamos a diario los y las profesionales de la embriología clínica es la visualización y clasificación de los embriones que tenemos en cultivo. Utilizamos principalmente el criterio morfológico, es decir, las características que podemos observar en un embrión en unos rangos de tiempo muy concretos, que finalmente serán los que determinen su calidad.
Además de la morfología, desde hace varios años tenemos la morfocinética. Con esta tecnología podemos observar la morfología y el desarrollo embrionario a lo largo del tiempo, es el conocido Time Lapse (Embryoscope, Miri-TL, GERI…) que nos permite tomar fotos cada pocos minutos creando esos preciosos videos del desarrollo de los embriones. Esta tecnología nos da información adicional y complementaria al criterio morfológico.
El objetivo principal de la clasificación y el más importante para las personas que están inmersas en un tratamiento de reproducción asistida, es que nos permite seleccionar el mejor embrión para transferir o congelar y así poder obtener los mejores resultados en el menor número de transferencias. Otra de las funciones de la clasificación de embriones que es muy importante para nosotros es que podemos “hablar el mismo idioma” entre distintos laboratorios y eso nos permite interpretar informes, comparar resultados, hacer estudios propios y también estudios multicéntricos (utilizando datos de distintos laboratorios juntos) que son de mucho valor científico.
¿Quién decide la clasificación de embriones?
ASEBIR es la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción que reúne a la mayoría de los profesionales de la embriología clínica. Dentro de ASEBIR uno de los grupos de estudio es el Grupo de Interés de Embriología (GIE) que tiene más de 10 años de recorrido y que es el responsable de las publicaciones que han llevado a desarrollar esta clasificación. El comité permanente del GIE lo componemos 12 personas, pero hay decenas de compañeros apuntados en la base que colaboran en distintos proyectos.
En el último congreso se presentó un trabajo multicéntrico muy interesante por el que se ha modificado la clasificación de los blastocistos validando este criterio con la información de distintos laboratorios.
Y como paciente, ¿qué importancia tiene para mí la calidad?
Algo muy importante que hay que saber cuando hablamos de clasificación de embriones, es que todos los blastocistos que transferimos o congelamos tienen un potencial de implantación, ya sea un A o un D, todos tienen posibilidades.
Saber la calidad de tus embriones te puede ayudar a hacerte una idea de la evolución de tu ciclo, puede ser útil para comparar los resultados si has hecho más de un ciclo, pero no va a ser el único factor determinante en el resultado. De hecho, no va a tener el mismo potencial de implantación un embrión A de una paciente de 30 años que un embrión A de una paciente de 40, ya que sabemos que la edad es un factor importante, pero ese embrión A en los dos casos será de los mejores de ese ciclo y de los primeros seleccionados para transferir.
Por desgracia, de poco nos sirve tener 6 embriones A si ninguno de ellos da lugar a embarazo y para una persona con un único embrión C que ha tenido un embarazo a término, ese embrión es el mejor del mundo. Por eso recomendamos tomar la información con cautela e intentamos que quede claro lo que significa.
La información para los pacientes puede ser confusa porque hay varios conceptos que se mezclan cuando hablamos de blastocistos. Hay que diferenciar bien entre calidad y estadio. La calidad del embrión (A, B, C, D) se refiere a la categoría que le damos a la masa celular interna y al trofoectodermo fijándonos en sus características morfológicas. El estadio, en cambio, es el grado de expansión que nos encontramos. Cuando está más expandido, el blastocisto ha aumentado de tamaño. En la última fase, que ocasionalmente vemos en el laboratorio, el embrión sale de la zona pelúcida y ya estaría listo para implantar.
¿Qué ha cambiado en la nueva clasificación de embriones?
Para hacer esta nueva clasificación hemos realizado un estudio multicéntrico y gracias a esos datos hemos podido obtener estas nuevas categorías: A, B, C+, C, C- y D (de mayor a menor potencial de implantación). A y B podemos considerarlos embriones de buena calidad, los C de calidad media y los D de bajo potencial de implantación.
Recordad: a nosotros nos sirve esta clasificación para dar un orden de transferencia a los embriones y así seleccionar siempre el mejor embrión para poder conseguir el embarazo lo antes posible. Por eso es una clasificación tan trabajada y tan minuciosa.
Los embriones que ya están clasificados, no se van a volver a clasificar porque no sería necesario (a no ser que algún equipo decida hacerlo por alguna razón en particular como hacer un estudio). Así que la nueva clasificación tendrá pocos cambios para los pacientes, pero espero que esta información os ayude a comprender por qué utilizamos esta clasificación y por qué trabajamos en actualizarla: siempre buscamos seleccionar el mejor embrión posible para la transferencia.
Muriel Cuadros
Puedes seguir a Muriel Cuadros en su cuenta de Instagram @murielembryo