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Asociación Red Nacional de Infértiles

SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO E INFERTILIDAD

El síndrome de ovario poliquístico es la patología endocrina femenina más común que afecta en torno entre 12-15% de mujeres en edad reproductiva y la principal causa de anovulación en situaciones de infertilidad.

Es un síndrome con una fisiopatología muy compleja y multifactorial, con importante base genética y epigenética, así como metabólica.

Las grandes causas conocidas de las bases fisiológicas del SOP son:

  • Desórdenes en la síntesis de gonadotropinas (LH/FSH)
  • La resistencia a la insulina, asociada al 70% de las mujeres con SOP
  • Exceso de tejido endocrino adiposo
  • Cambios en las rutas metabólicas asociadas

Su diagnóstico no es sencillo, se basa en los criterios de Rotterdam (2003) de la mano de la ESHRE (Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología) dónde concluyen que para diagnosticar el SOP se necesita cumplir 2 de estas 3 premisas: 1) oligoanovulación, anovulación o ciclos irregulares, 2) hiperandrogenismo clínico o bioquímico y/o 3) ovario poliquístico en ecografía transvaginal.

Pero como decimos, no es un diagnóstico fácil y se pueden encontrar casos no tan evidentes que son diagnosticados como SOP de manera errónea o incluso no diagnosticar SOP que realmente sí lo son. En 2006 la AES (Androgen Excess Society guideline) añadió que es imprescindible presentar hiperandrogenismo ya sea como síntomas físicos o en sangre, por lo que se baraja cambiar el nombre a opciones como hiperandrogenismo ovárico funcional pues no siempre se acompaña de ovarios poliquísticos.

Como grandes manifestaciones del SOP podemos observar imagen de ovario poliquístico en ecografía (descartando ovario multifolicular) y un volumen del ovario de más de 10ml, puede o no ir acompañado de hiperandrogenismo clínico que se observa como hirsutismo o exceso de vello, presencia de alopecia androgenética y acné e hiperandrogenismo bioquímico con andrógenos altos en sangre (androstenediona, testosterona libre, DHEA-S), incluso a veces alteración de la relación uno-uno de LH/FSH por valores de LH más altos que se relacionan con más andrógenos, aunque ésta última no es un parámetro diagnóstico.

Además el SOP suele ir acompañado de alteraciones menstruales, en concreto con oligomenorrea (ciclos de más de 35 días) o amenorrea (más de 3 meses sin sangrado menstrual)

Pero, si estoy en búsqueda de embarazo y me han diagnosticado SOP, ¿Qué implica en mi fertilidad?

Un diagnóstico de SOP condiciona la fertilidad, aunque lo hará de distinta forma en cada mujer, pues cada SOP es diferente.

De manera general el síndrome de ovario poliquístico impacta en la salud del crecimiento folicular, la calidad de la ovulación o incluso anovulación, el ambiente pro-oxidante e inflamatorio asociado a la patología, condicionando la calidad de los gametos u ovocitos, alterando la receptividad endometrial y también disminuyendo el éxito en los resultados de los tratamientos de fertilidad.

Cuando tenemos un alto número de folículos ováricos, asociados a un ambiente con andrógenos altos y/o resistencia a la insulina, puede conllevar insuficiencia en la maduración folicular y entre otras cosas una mayor dificultad en seleccionar el folículo dominante que consiga ovular pues ese folículo seleccionado debe tener un ambiente estrogénico. Los folículos con contenido de andrógenos alto serán señalados a eliminarse.

Por otra parte, cómo hemos visto una de las principales causas de infertilidad asociadas al SOP son esos ciclos irregulares, los cuales muchas veces son anovulatorios y ya sabemos que sin ovulación la concepción no puede existir. Otras veces, cuando tenemos ciclos largos pero ovulatorios, con una ovulación pasando el día 21 de ciclo suele conllevar la formación de un cuerpo lúteo disfuncional que llega agotado a su ruptura y a veces, no es capaz de llevar a cabo sus funciones en fase lútea.

Mujeres diagnosticadas con SOP presentan mayor nivel de marcadores de estrés oxidativo en sangre y líquido folicular, así como marcadores de inflamación. Este ambiente junto con ese crecimiento folicular e insuficiencia en la maduración folicular puede acompañarse de una disminución en la calidad de los ovocitos y alterar la receptividad endometrial.

Por todo ello el buen diagnóstico y abordaje de un SOP debe ser individualizado, valorando el contexto clínico, bioquímico, metabólico y emocional que tenemos en concreto. Se ha descrito en la bibliografía cambios en el estilo de vida que pueden mejorar en primera instancia los cuadros de mujeres con SOP, entre ellos la alimentación, la actividad física y el ejercicio de fuerza, el buen descanso y sueño de calidad y el impacto de la gestión emocional y del estrés crónico, que pueden acompañarse si hay necesidad de suplementos adecuados e individualizados.

Laura Seco, dietista y embrióloga

https://lauraseco.com/

También puedes ver el episodio del Podcast hablando sobre estilo de vida y alimentación con Laura aquí: Alimentación y estilo de vida