La semana pasada lanzamos una pregunta en Twitter: «¿qué tiene que tener una clínica de reproducción asistida para ser perfecta?»
Nos habéis hecho llegar vuestras respuestas. ¡¡¡Y muchas las compartimos al 100%!!! Otras…quizá habría que matizarlas. Ya sabéis, nada es blanco o negro.
Vamos a hacer un resumen de todas las propuestas. Nuestra intención es hacerlo llegar a todas las clínicas de reproducción asistida ¡para que tomen nota!
Ya sabéis que uno de los objetivos principales de la asociación es daros voz y conseguir con ello una mejora de nuestras condiciones y estado en este camino que nos ha tocado vivir.
No podemos evitar que lo transitéis, pero, ¡sí vamos a conseguir hacer que sea más fácil!
Y aquí va el listado con vuestras propuestas. La mejor clínica de reproducción asistida tiene que tener…
* Conocer de antemano TODAS las pruebas posibles que se nos pueden hacer según nuestro diagnóstico para poder decidir nosotras si queremos hacerlas todas, varias o ninguna al principio o si preferimos esperar e ir probando tratamientos.
* Calidez de los profesionales, sinceridad pero con empatía, paciencia…¡en esto creo que estaremos de acuerdo todas! es tan importante para nosotras recibir cariño, apoyo y comprensión del equipo médico…tanto que muchas parejas deciden entre una clínica de reproducción asistida u otra siguiendo a su corazón y a lo que les han hecho sentir en la primera visita.
* Necesitamos INFORMACIÓN. Que nos hagan partícipes, sentirnos parte del proceso. Quizá no es fácil de entender, pero la infertilidad te roba el control. Lo que otras parejas consiguen por sí mismas nosotras no podemos. Tenemos que quedarnos quietas, sin poder hacer nada…y sentir que opinamos o incluso decidimos ayuda.
* Ayuda psicológica incluida en el tratamiento. ¡Fundamental!
* No rotar de medico. Una vez que te atiende uno, que sea siempre el mismo.
* Que no nos hagan sentir como si SÓLO fuéramos dinero. Toda empresa debe ganar dinero, es obvio, pero no debería estar por encima de todo. El paciente debería ser lo primero.
* Intimidad en la sala de espera. Se escuchan cosas y datos de pacientes que no debería tener que escuchar nadie.
* Instalaciones agradables y tecnológicamente buenas, con un laboratorio bien equipado.
* Menos estadísticas. Es una presión añadida. Un «venga, vamos a conseguirlo» en vez de un «tienes un 30% de probabilidad». Aquí hay controversia. Algunas preferimos números (eso sí, cómo ya se ha dicho: informando con tacto y empatía) pero otras prefieren más una frase de apoyo y fuerza y no verse sometidas al yugo del porcentaje.
* Amplitud de horarios. Que haya un médico y una enfermera de guardia de lunes a domingo, para poder atender dudas o contratiempos.
* Las salas de espera…sin fotos de bebés, ¡por favor!
* Más investigación de cada caso. Personalización. Que no quede como un mero protocolo que se sigue con todas por igual. Por supuesto, entendemos que los protocolos existen y así debe ser. Pero a partir de ahí, también es posible un estudio pormenorizado de cada caso en particular para intentar ajustar al máximo.
* ¿Por qué se espera hasta tener que sufrir un tercer aborto para hacer pruebas? ¿Por qué no hacerlas después de la primera pérdida?
* Seguimiento en la betaespera. De repente, después de días de mucha agitación, de idas y venidas a la clínica, llega el momento de la transferencia y de la quietud. Todo se para. Ya no hay que seguir yendo a la clínica, ya no hay que pincharse, ya no hay que hacer nada, SÓLO ESPERAR... Y es duro. ¡Una llamada para interesarse sería fantástica!
¿Qué te parece? ¿Falta algo? ¿Tienes alguna propuesta que no se haya dicho todavía?