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Asociación Red Nacional de Infértiles

El duelo invisible de la infertilidad

En España existen 800.000 parejas que tienen dificultades para tener hijos. Para muchos esta cifra puede ser insólita dado que durante toda nuestra vida nos previenen sobre la necesidad de tomar precauciones para evitar quedarnos embarazadas, de lo que se deduce que es algo fácil y natural.

Pero la realidad es que son muchas las personas que deben enfrentarse a problemas de fertilidad y, como no se comenta en la misma medida, desconocemos qué decisiones podemos tomar para preservar la fertilidad, a qué especialista acudir ante una dificultad reproductiva o qué acciones facilitan el embarazo deseado.

“Una pareja que no puede tener hijos de manera natural encuentra su primer duelo cuando descubre su infertilidad” afirma Nagore Uriarte, psicóloga perinatal, embrióloga y sexóloga.

Ella es nuestra invitada en el episodio número 17 de esta segunda temporada del podcast de la Asociación Red Nacional Infértiles. En el capítulo, la especialista conversa con nuestra presentadora Xusa Sanz sobre el duelo al enfrentarse a intentos fallidos de tratamientos reproductivos.

¿Cuáles son las fases del duelo por infertilidad? ¿Cómo puede transitarse de la mejor manera posible?

Mayoritariamente el duelo se entiende como un proceso asociado a una muerte, pero es conveniente recordar que dicho dolor puede aparecer por otros motivos.

Según una encuesta publicada por Merck, 8 de cada 10 españoles en edad fértil, consideran que tener hijos es bastante o muy importante para alcanzar la satisfacción personal.

Esta estadística pone de relieve cuan lógico y habitual es que una pareja transite un duelo al recibir un diagnóstico de infertilidad. En muchos casos se invisibiliza o se infravalora el impacto emocional que puede suponer la pérdida de la salud reproductiva.

Con el objetivo de darle visibilidad, Nagore Uriarte y Xusa Sanz explican este y otro tipo de duelos a los que posiblemente nos enfrentemos en el transcurso de nuestra vida.

Un estado de ánimo negativo o depresivo no aparece sólo por la pérdida de vínculos o de seres queridos, sino que puede aparecer también frente a cambios físicos o la pérdida de expectativas como, por ejemplo, al tener que reestructura la idea de familia que queríamos.

La psicóloga nos recuerda que un duelo es un proceso único y personal que cada cual vive de manera diferente. Es importante no entrar en comparaciones o creer que nuestros sentimientos no están justificados o son desproporcionados.

A pesar de tratarse de un proceso individual sí sigue un patrón de etapas comunes inherentes al duelo. Sus fases, aunque de diferente duración e intensidad en cada caso, son las habituales que conocemos:

  1. Negación:  Puede implicar la búsqueda de una segunda opinión. Sin querer o poder entender el diagnóstico buscaremos información en diferentes fuentes u otras profesionales.
  2. Ira o enfado: Es normal sentir enfado hacia nuestro entorno cercano si no nos sentimos acompañados, así como envidiar a aquellos que no deben enfrentarse a la infertilidad.
  3. Culpa: Tanto culpabilizando a los demás, por ejemplo, nuestro ginecólogo por no habernos prevenido en alguna revisión, como internamente por no haber tomado acción antes. Llegado este punto es conveniente recordar las palabras de la psicóloga Nagore Uriarte: “No solemos cuestionarnos creencias sociales muy extendidas como que la mujer que menstrua o el hombre que eyacula es fértil, por lo que no debemos culparnos por algo de lo que difícilmente podíamos ser conscientes”.
  4. Tristeza: Es habitual transitar una etapa depresiva o de tristeza profunda tratando de digerir la noticia
  5. Aceptación: La última etapa consiste en asumir lo sucedido y empezar a plantearse nuevas opciones y escenarios. Quizás hasta este momento no fuéramos capaces de hablarlo con nuestra pareja o personas cercanas y una vez aceptado ya nos sintamos preparadas.

¿Hay un tiempo a partir del cual el duelo puede considerarse patológico?

“Se considera que el duelo ha finalizado cuando la paciente o pareja es capaz de hablar de la pérdida sin sentir dolor o angustia.” explica Uriarte. Habitualmente para poder cerrar ese duelo será necesario pasar por las fechas que nos vinculan a la pérdida gestacional o de expectativas.

Curiosamente, la psicóloga subraya que el duelo dura mucho más tiempo de lo que socialmente se considera; tendemos a infravalorar el tiempo que se necesita para superarlo. Esto puede implicar que no nos sintamos apoyadas por nuestro entorno. Impone una cierta dificultad en los vínculos afectivos porque complica el sentirnos acompañadas y comprendidas.

También es importante saber que la tristeza puede invadirnos como oleadas, las emociones no serán continuas, sino que suelen aparecer de manera pasajera a lo largo de los meses.

Transitar el duelo será distinto en cada situación, algunos serán más difíciles e intensos y otros más cortos sin requerir acompañamiento psicológico. En cualquier caso, este siempre es recomendable pues ayuda a mejorar la gestión emocional. Lo importante es no evitar las emociones y tratar de no perderse a uno o una misma en el duelo. Para lograr esto último resulta clave marcarse nuevos objetivos vitales más allá de la maternidad o paternidad.

Si quieres aprender cómo superar un duelo o cómo acompañar de la mejor manera posible a alguien en el proceso, no te pierdas los consejos y explicaciones de nuestra invitada en este episodio número 17.

Puedes ver de qué trata y escuchar el capítulo anterior dónde hablamos sobre Aspectos legales de la Reproducción Asistida pinchando en el siguiente enlace: Episodio 16