Para que una oración tenga sentido lo más importante son las palabras empleadas, el orden de las letras. De manera similar nuestro ADN y nuestros genes se componen de 4 letras, 4 nucleótidos (A, T, G y C) cuyo orden define en gran medida lo que somos.
Existe, sin embargo, un modo de alterar profundamente cómo se interpreta una oración recurriendo a los signos de puntuación. La biología tiene su equivalente en el ADN: las marcas epigenéticas.
La epigenética es el estudio de cómo los factores ambientales y el estilo de vida pueden alterar la expresión de nuestros genes. Al igual que los signos de puntuación en un mensaje, la epigenética ayuda a regular el sentido del ADN al agregar marcas químicas que permiten activar e inactivar unos genes en concreto. Cambios en la expresión de los genes repercuten en la salud y el desarrollo de un organismo.
Aunque gran parte de la epigenética se ve influenciada por factores ambientales, también se ha demostrado que esta se hereda de los padres. Por eso, en el área de la Medicina Reproductiva, la epigenética ha adquirido un gran interés para las parejas que recurren a la donación de gametos.
En el nuevo episodio del podcast, nuestra presentadora Xuxa Sanz y la Dra. Estefanía Rodríguez, ginecóloga especialista en RA y Genética Médica de IVF- Life Donostia, conversan acerca del papel que la epigenética juega en la ovodonación y el desarrollo embrionario temprano.
Ovodonación y epigenética ¿Qué relación existe?
La ovodonación es un tratamiento de reproducción asistida por el que se opta cuando en el momento que se desea el embarazo, los óvulos no están en un estado óptimo, ya sea debido a una baja cantidad o calidad de los mismos. Recurren a la ovodonación a grandes rasgos, mujeres que no responden adecuadamente a la estimulación ovárica o cuyos óvulos no se fecundan correctamente. Suele ser la única opción restante para lograr la gestación.
Requerir óvulos de una donante es un tratamiento invisibilizado, pero que sucede con relativa frecuencia. Puede conllevar enfrentarse a un duelo genético, dadas las implicaciones en el parecido físico con el futuro bebé y las consideraciones respecto a su origen biológico.
La Dra. Estefanía Rodríguez aclara que, a pesar de recurrir a la ovodonación, se establecen lazos de origen biológico con el futuro niño o niña gracias a los mecanismos epigenéticos. Para las madres gestantes, saber que juegan un papel importante a través de la epigenética puede aliviar esa sensación de duelo.
El útero materno y el feto en desarrollo están en comunicación constante durante el embarazo lo que afecta a la expresión de los genes del bebé. Independientemente de si el óvulo procede de la madre o de una donante, el ambiente uterino tiene la capacidad de modular la información genética y, por lo tanto, influir en las características físicas y de salud del futuro hijo/a.
En palabras de la Dra. Rodríguez: “El ADN es dinámico, no está escrito en piedra. El mismo embrión transferido en un entorno u otro, no va a dar lugar a la misma persona.”
A pesar de que se requiere de mayor investigación acerca de los procesos concretos, la ginecóloga especialista nos informa sobre cuál es el estado actual del conocimiento.
“Hay un intercambio de material genético entre el seno materno y el feto, lo que explica por qué un bebe concebido por ovodonación llega a parecerse a la madre gestante.”, afirma la experta. Además de los cambios a nivel epigenético, influye que los donantes que se buscan tienen rasgos y características similares a la madre.
Las condiciones del seno materno sí que influyen en ese feto. Aunque la genética de la donante esté presente en el embrión, la influencia epigenética de la madre gestante puede permitir que el bebé herede algunos de sus rasgos y características, lo que puede explicar por qué un bebé concebido por ovodonación puede parecerse a la madre gestante.
Herencia epigenética ¿Qué rasgos se deben a esta?
Cuando pensamos en la transmisión de un rasgo, la concepción habitual es determinista, pensar en la idea de un gen, por ejemplo, el gen del color de ojo, pero la realidad es más compleja. Es la combinación de la activación de múltiples genes lo que determina el color.
La aportación biológica de una madre que recurre a un proceso de ovodonación es modificar muchas de esas interacciones complejas. Esto también puede influir en un sentido negativo.
“Algo muy reciente es que el estrés durante el embarazo parece estar asociado al riesgo de tener asma en los niños.” nos aclara la Dra. Rodríguez.
Además, se está estudiando la conducta como rasgo hereditario epigenético.
Si un padre o madre es fumador, por ejemplo, puede haber factores epigenéticos que predispongan a ciertos procesos y hagan que el niño/a tenga más probabilidad de serlo también.
Además, la experta nos confirma que existen ciertos síndromes genéticos graves, que incluyen déficit mental como el síndrome de Angelman, y son debidos a fallos en la epigenética.
En materia de herencia, el estilo de vida es fundamental, aunque se recurra a la donación de gametos. Se debe intentar llevar una dieta equilibrada, evitar el sedentarismo, no fumar, ni beber. Los disruptores genéticos, los tóxicos ambientales o una mala alimentación generan cambios en la “lectura” de nuestro material genético.
A pesar de que la ovodonación se encuentre algo invisibilizada, es un tratamiento más habitual de lo que se tiende a considerar y que permite establecer conexión con el embrión no solo debido al proceso de gestación sino también a nivel de genética. Debemos recordar que lo importante no es de quien proceda el óvulo sino el conjunto que engloba la maternidad, desde el embarazo y todos los hábitos y el cariño que se transmite al recién nacido.
Si quieres averiguar hasta qué punto puede el estilo de vida modular nuestro ADN y conocer el papel de la epigenética en los tratamientos de ovodonación, ¡no te pierdas este episodio del podcast!
Puedes leer y escuchar nuestro episodio anterior hablando sobre tiroides e infertilidad aquí.