Suele decirse que un cambio de vida puede llegar de manera inesperada en cuestión de segundos. Tendemos a creer que la gran mayoría de cosas importantes suceden así, por casualidad, pero nada más lejos de la realidad. Existen proyectos con el potencial de transformar profundamente nuestra vida que requieren de una cuidadosa meditación. Un claro ejemplo es la búsqueda de un miembro más de la familia mediante un tratamiento de reproducción asistida (RA).
Se trata de un sueño de vida que, puede tener un final feliz o bien desfavorable, por lo que es importante plantearse una serie de cuestiones previas. Al elegir iniciar un tratamiento, como en cualquier otro ámbito de la vida, es importante establecer unas fronteras con uno mismo y los demás.
Precisamente de esos límites a marcar previos al inicio de un tratamiento es sobre lo que conversan en el nuevo episodio del podcast, nuestra presentadora Xusa Sanz y Raquel Pascual, psicóloga y enfermera especialista en fertilidad de IVF-Life Madrid.
Las dos expertas se centran en las líneas rojas emocionales, económicas o de carácter más social y no tanto en aquellas limitaciones establecidas por un marco legal o por la práctica médica vigente.
El talón de aquiles de la RA: el acompañamiento psicológico
Aunque la medicina reproductiva se ha desarrollado muchísimos en las últimas décadas, el éxito reproductivo no es una realidad para todo el mundo y muchas veces llegar a ser madres o padres implica un camino duro y agotador.
Tener que recurrir a tratamientos de reproducción asistida es algo bastante habitual en nuestro país. Sin embargo, no se comparte en la misma medida el hecho de acudir a la consulta de un psicólogo experto en reproducción durante el proceso cuando debería tratarse de una parte esencial del mismo.
“Una de las limitaciones de la Reproducción Asistida hoy en día es que cuenta con muy pocos recursos psicológicos. Los pacientes tienen que estar preparados. Es fundamental que tengan un esquema y un conocimiento del proceso por el que van a pasar y para eso se necesita a alguien que los guíe y explique las diferentes fases o etapas.”, afirma la especialista Raquel Pascual.
La sanidad pública potencia mucho el desarrollo médico-tecnológico para estar al mismo nivel de actualización que las clínicas privadas, sin embargo, ha descuidado de manera desintencionada la atención psicológica.
Los pacientes se enfrentan a cargas emocionales inauditas y el acompañamiento psicológico para conocer a lo que se van a tener que enfrentar o para encajar un resultado negativo, es parte esencial.
El límite biológico que condiciona la legislación vigente.
En materia de derechos de la reproducción, España es uno de los países más avanzados y permisivos. Recientemente la edad de acceso a los tratamientos se ha ampliado en la Comunidad de Madrid de 40 a 42 años.
Sin embargo, para personas fuera del ámbito experto sanitario, cuesta entender que el límite lo marque la edad ¿no sería más apropiado que la decisión se tomara en base a un estudio fisiológico de la paciente?
En el episodio la psicóloga Raquel Pascual da una respuesta detallada a esta cuestión. En palabras de ella: No es lo mismo una baja reserva ovárica con 30 años que con 39, la fertilidad va decayendo y termina notándose mucho en los tratamientos.
Se puede tener una edad avanzada pero una buena reserva ovárica y, sin embargo, luego el resultado termina siendo igualmente desfavorable o los embriones no son genéticamente sanos. Por algún motivo que aún no está claro, la edad es un valor añadido.
El límite personal y económico
Las pacientes también deben poner sus propios límites emocionales ya que los tratamientos de fertilidad no están exentos de estrés.
Por eso una de las recomendaciones de los profesionales es marcarse un total de intentos o un margen de tiempo para cumplir el deseo de tener descendencia ya que seguir intentándolo sin éxito supone un desgaste muy importante que puede afectar profundamente a nivel personal.
Un buen hábito es no olvidar nuestras necesidades, gustos y aficiones más allá del tratamiento de fertilidad. Nuestra vida no debe quedar en un segundo plano así como tampoco se debe descuidar a la pareja.
La comunicación entre ambos miembros es clave para poder avanzar en compañía. También es conveniente plantearse cuestiones como el tipo de tratamientos a los que estamos dispuestos a recurrir. Tener que enfrentarse a la donación de gametos supone un duelo genético y no todas las mujeres están dispuestas por ejemplo a recurrir a la ovodonación.
Por último, empezar un tratamiento de fertilidad va a repercutir en la economía familiar o de la paciente, por eso es importante, contemplar su impacto y en base a ello decidir qué costes y cuales no estamos dispuestos a asumir.
“Es muy difícil tener unas garantías de un resultado positivo. Debemos ponernos en el peor de los escenarios y proyectar el impacto de las decisiones en la economía a nivel personal, sobre todo antes de pedir un préstamo.” aconseja la experta
En conclusión, antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida o bien en cualquier momento del camino es importante, pararse a reflexionar y hacer balance poniendo en valor la asertividad a la hora de expresar lo que queremos o no queremos. Optar por el acompañamiento psicológico siempre va a ser una ventaja a nuestro favor.
Si quieres profundizar más acerca de de las barreras a considerar una vez se ha tomado la decisión de formar una familia por RA u otros consejos aquí descritos, no te pierdas este episodio del podcast de la Asociación Red Nacional de Infértiles. Te lo dejamos disponible en las principales plataformas.
Puedes ver de qué trata y escuchar el capítulo anterior dónde hablamos sobre El duelo de la infertilidad: Episodio 17