El INE ha publicado los últimos datos sobre la natalidad en España y ha arrojado unas cifras nada alentadoras. El número de nacimientos en España se ha reducido más de un 6% en el primer semestre de 2019, y continúa la tendencia de descenso de los últimos cinco años.
Desde 1941 no se registraba una cifra tan baja de nacimientos. Esto, unido a que las defunciones en el primer semestre de 2019, que descendieron un 5,4%, deja un crecimiento vegetativo negativo (la diferencia entre nacimientos y defunciones).
Tasa de fecundidad española: 1,26 hijos por mujer
Además, la tasa de fecundidad en España es de 1,26 hijos por mujer, y la edad media en la que las mujeres tienen su primer hijo es de 32,2 años.
Todos estos datos no suponen ninguna novedad, ya que el progresivo envejecimiento demográfico es un fenómeno notable en nuestro país desde hace años, pero si es cierto que este dato confirma que la infertilidad seguirá creciendo porque enfrentarse a la primera maternidad a los 32 años pone a la segunda maternidad en la barrera de los 35, el principio del final para muchas mujeres.
Que nazcan 7,9 niños por cada mil habitantes no deja de ser un dato preocupante que nos afecta a todos, económica y socialmente. Si queremos aumentar la tasa de natalidad o la tasa de fecundidad, es necesario que existan diferentes medidas colectivas e individuales para intentar frenar esta situación.
El 9% de los nacimientos son fruto de la reproducción asistida
Actualmente, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad, el 9% de los nacimientos actuales son fruto de la reproducción asistida. Algo está cambiando para siempre, inevitablemente.
Existen motivos económicos, sociales o culturales que llevan a las mujeres españolas a retrasar la maternidad. Esto implica problemas de fertilidad y, en consecuencia, que muchas de ellas no consigan ser madres de manera natural y sin ayuda médica.
El conocimiento de esta situación, la investigación o la preservación de la fertilidad son fundamentales para conseguir que los nacimientos en España aumenten en los próximos años. No obstante, los expertos coinciden en que la decisión debe de tomarse antes, pues lo ideal es tener el último hijo antes de los 35 años.
Poca prevención y desinformación
Aunque vivimos en la sociedad de la información y de la inmediatez de la misma, la realidad es que queda mucho camino por recorrer en la evangelización sobre la caducidad de la fertilidad. Si bien es cierto que desde temprano recibimos la información sobre cómo evitar un embarazo no deseado, no es tan frecuente que en las escuelas hagan hincapié sobre cómo lograr un embarazo cuando se desea.
En este ámbito, los medios de comunicación cada vez están más preocupados por este tema y accedemos a una incipiente información sobre la importancia de no demorar la maternidad. No obstante, queda mucho camino por recorrer en la atención primaria y en la consulta del ginecólogo, donde debería de incidirse más, abanderando una prevención de la infertilidad, real.