A lo largo de este capítulo, vamos a explorar cómo la preservación de la fertilidad puede ser el puente que te lleve a la maternidad en un futuro. Para una mujer, preservar la fertilidad significa conservar sus gametos, es decir, sus óvulos, y las opciones para ello son una estimulación ovárica o congelar sus ovocitos.
Hoy en día, existe una técnica llamada vitrificación que permite conservar nuestros óvulos durante años. Esta técnica se realiza en un centro de reproducción asistida en un laboratorio y, además, necesita de un banco donde podamos guardarlos. Existe también la preservación de la fertilidad a través del tejido ovárico que supone una intervención quirúrgica, pero esta opción está orientada a casos particulares.
En este nuevo episodio del podcast, nuestra presentadora Xusa Sanz y la Dra. Federica Moffa, directora médica en FERTILAB y experta en casos de alta complejidad en Reproducción Asistida y preservación, van a explicar qué es la preservación de la fertilidad y en qué consiste todo el proceso.
¿Qué diferencia existe entre la vitrificación de óvulos y la preservación de tejido ovárico?
En la vitrificación de óvulos, la paciente se somete a un tratamiento como una estimulación hormonal para producir folículos en un ciclo realizando una punción ovárica, la misma que se hace cuando una paciente se somete a una fecundación in vitro. En este caso, normalmente en un ciclo de estimulación ovárica en función de la edad de la paciente o de su reserva ovárica, se pueden congelar un determinado número de óvulos que proceden de esta estimulación. Este proceso es el mismo que cuando una paciente se somete a los tratamientos de reproducción asistida, sin embargo, aquí los óvulos no serán fecundados, sino que se congelarán y se vitrificarán directamente el mismo día de la punción ovárica.
Por otro lado, en la preservación del tejido ovárico se realiza una intervención quirúrgica por laparoscopia y se preleva un fragmento de un ovario, o de ambos, donde se encuentran los folículos primordiales, es decir, los primerísimos folículos que todavía no están creciendo. Es muy importante tener en cuenta que la posibilidad de congelar tejido no obliga a una estimulación previa. Este tejido se puede congelar también en nitrógeno líquido durante años, pero esto supondrá una reimplantación quirúrgica del mismo tejido en la misma paciente a posteriori. A la hora de reimplantar el tejido, en muchos casos no es necesario estimular a la paciente porque esta tiene otra vez en su sitio natural el tejido que se ha descongelado.
Es común utilizar la preservación de tejido ovárico en casos de pacientes pediátricas y oncológicas. En el primero de los casos se debe a que no podemos estimular a una niña y, además, en los ovarios de las niñas o adolescentes hay una densidad folicular muy elevada que permite poder reimplantar el tejido ovárico con buena posibilidad de reactivación.
¿Hay una edad límite para considerar esta preservación?
Biológicamente, lo ideal es vitrificar antes de los 35 años. Entre los 20 y los 30 es cuando los ovocitos son de mejor calidad en una mujer, es decir, en este período son de máxima calidad. Entre los 30 y los 35 todavía existe una alta probabilidad, sin embargo, a partir de los 35 la calidad ovocitaria va disminuyendo. Después de los 40, cuando se realiza una punción ovárica y una estimulación estadísticamente hay muchos más óvulos de baja calidad que de buena, por lo que la probabilidad de preservar un potencial baja drásticamente.
“Mi consejo es que, si puede ser y tenemos la intención o pensamos que queremos vitrificar óvulos, lo ideal es hacerlo antes de los 35. Entre los 35 y los 40 todavía tenemos posibilidades y, después de los 40, las posibilidades son muy bajas”, afirma la Dra. Federica Moffa. Y añade: “La reserva ovárica puede verse afectada llegada a una edad, por eso es recomendable un asesoramiento, una valoración del aparato reproductor y hablar con especialistas. Es una pregunta que debemos hacernos llegada una edad”.
¿Qué tipo de preparación y cuidados se requiere antes de someterse a un procedimiento de preservación de la fertilidad?
La estimulación ovárica dura normalmente entre 10 o 15 días máximo y son inyecciones subcutáneas. Respecto al cuidado general de la paciente, esta puede hacer su vida normal durante el proceso, evidentemente debe tener una vida sana e ir a consulta dos o tres veces durante la estimulación para realizarse ecografías y hacer un seguimiento folicular y, el día de la punción, someterse a una sedación que dura unos 10 minutos. Es un proceso muy rápido donde puede descansar en su casa el mismo día y, al día siguiente, volver al trabajo. Si todo va bien es un tratamiento que no obliga a la paciente a darse de baja o a cambiar su vida.
Al principio de la estimulación, los ovarios son de tamaño normal. Evidentemente, conforme pasan los días y nos acercamos al día de la punción, ya se puede notar que han crecido y que los ovarios tienen un tamaño más grande de lo habitual. “En este período se puede hacer actividad física, salir a caminar, hacer ejercicio pero no de manera exagerada y, después de la punción, es recomendable los dos o tres días siguientes no forzar”, añade la Dra. Moffa.
Hoy en día, las mujeres cuentan con herramientas muy buenas para detectar si hay un problema y, por supuesto, la prevención siempre es la mejor medicina. Es necesario tener el conocimiento, saber y poder decidir. “Hace ya dos o tres años, un 15% de nuestros tratamientos eran de vitrificación y, ahora, esto ha pasado a ser un 25%, es decir, una de cada cuatro punciones ováricas que hacemos en FERTILAB es para preservación de óvulos. Yo veo que algo se mueve y que gracias a la información y a las redes sociales este tema llega también a personas en una franja de edad donde es necesario que llegue. Hoy en día la mujer está bien informada y puede tomar la decisión”, concluye.
Puedes leer y escuchar nuestro episodio anterior sobre la intimidad y la sexualidad en la infertilidad aquí.
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