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Asociación Red Nacional de Infértiles

Luna Rosa, por Sara Puig Alier

Virtual Infert es un evento muy especial. Ha nacido en un momento muy complicado para todos y llega para quedarse, con el espíritu de unir a pacientes y profesionales en una conversación única.

El cartel de la Virtual Infert ha superado con creces la idea que teníamos en la cabeza para celebrar por primera vez la Semana Europea de la Fertilidad. Seguramente porque no nos hemos puesto límites en soñar lo que durante la semana que viene os queremos entregar.

Dicen que de los momentos más difíciles surgen las ideas más poderosas. Y sin saber la forma que tendría esta, desde el principio nos empeñamos en que había que ilustrarla, para que sirva de precedente y para que no se nos olvide que junt@s somos más fuertes.

Esta lámina que veis es la primera gran historia del encuentro y la firma Sara Puig Alier. Asociada desde hace años, la conocimos en nuestra II Quedada Nacional. Ella, cómo muchas otros asistentes hicieron muchos kilómetros para poder estar ese día, y eso para nosotras fue…¡guau! Muy emocionante y gratificante.

Así es como Sara ve nuestra asociación y esta acuarela sobre papel es la obra de arte que ha seriado del 1 al 1000 para todas las personas que asistiréis a la Virtual Infert.  [el envío de la lámina, al igual que la asistencia al evento será virtual. Os la enviaremos por correo electrónico, seriada y en alta calidad, para que puedas imprimirla y colgarla en casa]

Si la ilustración os emociona, esperad a leer o escuchar sus palabras…

Qué significa la Red para mí, me preguntaba Helena, su presidenta… esta era la premisa para hacer mi ilustración. Y me trasladé años atrás…

Mis días entonces eran sombríos y oscuros, solitarios también. La infertilidad y los fallos en los tratamientos de reproducción asistida se habían instalado en nuestro presente y transitábamos ese dolor tan silenciado.

La Red y sus mujeres aparecieron en mi vida como una luna nueva, como un nuevo mundo, una ventana que se abría,  un lugar seguro donde mirar, donde estar, donde ser y compartir. 

Una luna que iluminaba, calentaba, guiaba a la vez que nos daba visibilidad al mundo. Porque sí, estamos aquí.

Una luna que vivió nuestros negativos, nuestros abortos pero también la alegría del positivo. 

Una luna enfrente a la cual no me tenía que avergonzar. 

Una luna que estaba allí, cada noche, parpadeando. Presente para cuando necesitara luz.

Una luna que me hizo ver que no estaba sola, que mi dolor era también el de muchas. 

Una luna que ya no se puede apagar.

Sara Puig Alier. Octubre de 2020

Y os dejamos enlazado también el vídeo que nos ha compartido, ¡millones de gracias por tus palabras!

 

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