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Asociación Red Nacional de Infértiles

Suplementos vitamínicos y fertilidad ¿Cómo nos pueden ayudar?

El estilo de vida es base cuando hablamos de fertilidad, tanto femenina como masculina. Influyen la alimentación, el ejercicio, la gestión emocional y del estrés, el descanso nocturno, etc. La suplementación es una pieza más del puzle y la enfocada en apoyar la fertilidad puede perseguir diferentes focos:

  • Aportar nutrientes básicos que necesitamos sumar en relación a la búsqueda de embarazo (ya sea en la búsqueda natural o en alguno de los tratamientos de reproducción asistida)
  • Apoyar la calidad folicular y espermática.
  • Aportar nutrientes que pueden estar en déficit y que puedan estar influyendo en la calidad de los gametos.
  • Apoyar el trabajo de ciertas patologías o alteraciones presentes en cada caso (SOP, endometriosis, SPM, varicocele,…)

De forma obligatoria en la mujer, vamos a aportar ácido fólico en su forma activa o metilada, así nos aseguramos de que nuestro organismo lo puede asimilar, ya que algunas mujeres poseen la mutación del gen encargado de metabolizar el ácido fólico (gen MTHFR) y no son capaces de metabolizarlo y que este pueda ejercer sus funciones. Lo podemos encontrar como L-metilfolato, Quatrefolic o folato activo. La cantidad mínima recomendada son 400 mcg de forma diaria, aunque ante ciertas patologías y si tenemos presencia de ciertos medicamentos se recomienda aumentar la posología.

Ojo, estamos aportando una vitamina hidrosoluble que el cuerpo no almacena y necesita que se la aportemos diariamente ya que el exceso, lo que no necesite, lo va a eliminar diariamente mediante la orina. Así que si en analítica os valoran el ácido fólico y aparece elevado no os asustéis, es normal que aparezca así y no entraña problema alguno.

¿Porqué aportarlo? Durante las primeras semanas del embarazo tiene lugar la replicación, el crecimiento y división celular, dicho ácido fólico protege frente a alteraciones del tubo neural, evitando malformaciones como la espina bífida.

Además nos interesarán aportar otros nutrientes cuyos requerimientos se ven aumentados en el embarazo (como calcio, yodo, hierro, etc)

El siguiente paso sería valorar posibles déficits nutricionales que puedan requerir suplementación para recuperar el valor óptimo, tanto en la mujer como en el hombre: vitamina B12, vitamina D, hierro y ferritina, zinc, …

De cara a apoyar la calidad de los ovocitos es interesante la suplementación que incluya:

  • Ácidos grasos omega 3: si mediante alimentación no tenemos un consumo suficiente es buena opción suplementar. Pero ojo, no toda opción vale. Debemos fijarnos, si utilizamos aceite de pescado, que este esté extraído de pescados salvajes (a poder ser de pescados pequeños como las anchoas, sardinas,…), que sea de alta pureza, se haya extraído por destilación molecular y tenga una buena cantidad de DHA. También podemos encontrar opciones veganas procedentes de algas. Nos ayuda a reducir el ambiente proinflamatorio y mejorar la comunicación hormonal. Muy interesante introducirlo en ciertas patologías como Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), Síndrome Premenstrual (SPM), endometriosis,…
  • Zinc: es un factor clave en el desarrollo y maduración folicular. Se habla de la posibilidad de que el déficit de zinc pueda llegar a interrumpir el crecimiento de los folículos preantrales. Importantísimo que se valore mediante analítica y se vea si es necesario suplementar o no.
  • Selenio: cuya principal función es antioxidante y nos ayuda a proteger del daño oxidativo a nivel celular y por tanto mejorar la calidad ovocitaria. Importante también valorarlo previamente mediante analítica para ver si es necesario reforzar o no. Además mediante la alimentación es fácil aportarlo y llegar a niveles adecuados.
  • Myo-inositol: principalmente se va a valorar para alteraciones como el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), ya que los inositoles actúan como segundos mensajeros para la insulina y puede ayudarnos a nivel metabólico, favorecer la correcta ovulación, mejorar la sintomatología típica de dicha alteración. Ya sea con myo-inositol o la combinación con d-chiro-inositol, importante que sea del ratio 40:1 entre myo-inositol y d-chiro-inositol respectivamente. Y si optamos por sólo myo-inositol las cantidad mínima recomendada para el abordaje en SOP son 4 gr. Pero de nuevo recordaros, que toda posología y suplementación debe ser valorada por una o un profesional.
  • Vitamina B6: apoya la correcta presencia hormonal, el desarrollo folicular y ovocitario y además puede ayudarnos en la producción del moco cervical.
  • Vitamina D: la corrección del déficit o su nivel bajo se asocia al aumento de la hormona antimülleriana, en SOP a la disminución del nivel de andrógenos, mejora de la resistencia a la insulina, mejora de la receptividad endometrial, mejora en el desarrollo ovocitario y ovulación. En proceso de FIV se asocia con un aumento de las tasas de implantación y embarazo. También se relaciona con un menor riesgo de abortos e infertilidad.
  • Antioxidantes: aquí podemos englobar vitamina E, A, C, magnesio, ácido alfa lipoico, coenzima Q10, polifenoles, resveratrol, cúrcuma con pimienta negra, … Vamos a valorarlos de forma extra al aporte mediante la alimentación. Hay muchos preconceptivos o suplementos enfocados en fertilidad que los incluyen dentro de su fórmula. Nos ayudan a reducir las especies reactivas al oxígeno (ROS) que van a producir estrés oxidativo a nivel celular. Los antioxidantes son la contrapartida y los que hacen que la balanza se equilibre entre estas ROS y ellos.

De cara a apoyar la calidad de los espermatozoides es interesante la suplementación que incluya:

  • Selenio: participa en la espermatogénesis, mejorando la calidad de los espermatozoides, favorece los correctos niveles de testosterona y tiene función antioxidante que protege frente al estrés oxidativo.
  • Zinc: el déficit en el hombre se asocia con disminución de la cantidad y movilidad de los espermatozoides, además de poder influir incluso a nivel hormonal, reduciendo los niveles de testosterona. Muy importante valorar mediante analítica.
  • Ácidos grasos omega 3: influye en la calidad de los espermatozoides, tanto en relación a la motilidad, morfología, conteo total, concentración y disminución de la fragmentación del ADN. Muy interesantes sus funciones si tenemos astenozoospermia, teratozoospermia y oligozoospermia.
  • Coenzima Q10: su suplementación se relaciona con la mejora de la motilidad y morfología de los espermatozoides, también favorece la acción antioxidante que va a ayudarnos a reducir el estrés oxidativo y el daño a nivel celular.
  • Vitamina D: el déficit en el hombre se asocia con aumento del estrés oxidativo, aumento de la fragmentación del ADN, motilidad reducida y alteración de otros parámetros seminales. Encontramos receptores para la vitamina D en diversas localizaciones: en los testículos en la células de Leydig, epidídimo, próstata, vesículas seminales, médula espinal y cabeza de los espermatozoides.
  • Antioxidantes: al igual que en la mujer englobamos aquí diferentes compuestos que pueden ayudarnos a reducir el estrés oxidativo y mejorar la calidad celular. Vitamina C, E, A, ácido alfa lipoico, resveratrol, glutatión, cúrcuma con pimienta negra,…

 

Pilar Polvillo Fernández, dietista y estudiante de Psicología.

https://thenutritionjournalsite.com

Puedes ver el Post anterior sobre Nutrientes clave en la fertilidad aquí