Embriones y laboratorio
Picture of Asociación Red Nacional de Infértiles

Asociación Red Nacional de Infértiles

Los embriones y el laboratorio: Donde nace la vida

Embriólogos: la profesión que forma la vida

Los embriólogos tienen un trabajo para muchos desconocido, pero esto está cambiando. Cada vez son más las pacientes que solicitan la colaboración de un embriólogo en su tratamiento de fertilidad para, de esta manera, estar más informadas.

El papel de un embriólogo es recibir los gametos que se han facilitado al laboratorio y juntarlos para poder obtener embriones, es decir, el trabajo de estos es facilitar el encuentro de estas dos células para que se pueda dar comienzo a la vida y formar lo que conocemos como zigoto.

En el nuevo episodio del podcast, nuestra presentadora Xusa Sanz y María Hernando, embrióloga y asesora de fertilidad, conversan acerca del papel del embriólogo en un proceso de fecundación in vitro y todos los mitos que le rodean.

¿Cuál es el papel del embriólogo en un proceso de Fecundación In Vitro?

Una de las primeras cosas que tenemos que saber es qué son los gametos. Estos son células del cuerpo humano que se dedican a la reproducción, es decir, son las que están destinadas a unirse entre sí.

A los embriólogos, los gametos pueden llegarles de diferentes maneras. “Para conseguir los espermatozoides, el proceso es mucho más sencillo, a través de la eyaculación. Sin embargo, en el caso del gameto femenino, los óvulos se obtienen a través de una punción” explica Hernando.

En el caso de las mujeres, para obtener los óvulos a través de la punción, se utiliza previamente el método de la estimulación. Normalmente, en un ciclo natural las mujeres ovulan un único óvulo que llamamos el ovocito predominante. En una estimulación, lo que se quiere obtener es el máximo número posible de los folículos que han comenzado la maduración durante ese desarrollo. En definitiva, lo que se hace en la estimulación es un aprovechamiento de los ovocitos que se pierden durante el ciclo.

La reproducción asistida lidia en su día a día con numerosos mitos. Uno de los más escuchados es que participando en las técnicas de reproducción asistida se te adelantará la menopausia. Por supuesto esto no es así. En ningún caso se va a adelantar la menopausia por mucho que una mujer se esté estimulando, ya que a la reserva ovárica nunca se puede acceder.

Cuando se va a iniciar el proceso de FIV, los espermatozoides llegan desde el laboratorio y los ovocitos al quirófano. Lo primero que hace el embriólogo es comprobar cuántos de esos ovocitos que se han extraído en la punción presentan un estado de desarrollo maduro para que sean capaces de fecundar con espermatozoides.

Hay que ser conscientes de que no todos los ovocitos que se rescatan resultan ser maduros. Cada folículo va creciendo a su ritmo, por lo que aunque intentemos controlarlo de la mejor manera posible para que vayan a la par, muchas veces no se consigue. Los únicos que se podrán poner en contacto con un espermatozoide serán los que hayan madurado.

“Los embriólogos son como esos cuidadores iniciales que ven muy de cerca el inicio de la vida. Somos meros espectadores de cómo ocurre todo” bromea Hernando.

¿Cómo es el proceso de Fecundación In Vitro (FIV)?

Cuando se hace la Fecundación In Vitro, no se puede saber cuántos óvulos de los que se han insertado son maduros. Al día siguiente sí que podemos comprobar cuáles se han fecundado por los espermatozoides o no.

Es muy importante explicarle a los pacientes desde el minuto uno qué riesgos puede tener la FIV. “Deben estar informadas en todo momento del proceso, por eso hay tres días clave en los que el laboratorio llama a la paciente: el día 1, el 3 y el 5. No se llama esos días al azar, sino que son esos porque son momentos en los que el embrión está superando etapas” destaca la embrióloga.

El día 1 se llama para decirle a la paciente cuántos de esos ovocitos han fecundado; el 3 es importante porque es cuando el embrión ya ha empezado a inactivar todos los genes y proteínas que procedían del ovocito, es decir, de esa genética materna y ha empezado a activar su propio genoma. Este paso entre la inactivación de unos genes y la activación de otros es un proceso clave. Y, por último, el día 5. Este también es un momento crítico, sobre todo el paso del día 4 al 5, porque hasta entonces no hay una especialización celular, lo único que ha hecho el embrión es ir dividiéndose. Aquí por primera vez se van a especializar, se van a poner en dos capas distintas: una capa externa que da lugar después a membranas y placenta; y una masa muscular interna que es un conjunto de células que es lo que genera el embrión, o lo que conocemos más comúnmente como feto. Esa especialización, es decir, la unión entre células, ya ha tenido que desarrollar esa capacidad de unirse unas con otras y de conectar esas dos capas. Hay veces que tampoco se supera esta etapa y se quedan en ese proceso.

“Por suerte, el papel del embriólogo está ganando cada vez más protagonismo. Personalmente, me gustaría animar a las pacientes a hablar con sus embriólogos. Somos los que en realidad vemos cómo son esos óvulos, cómo son los espermatozoides, cómo ha sido el desarrollo embrionario…nadie mejor que nosotros te va a poder explicar cómo está todo” concluye María.

Puedes leer y escuchar nuestro episodio anterior hablando sobre endometriosis aquí.